Qué ver en Málaga en 3 días
Málaga, en plena Costa del Sol, es una ciudad que lo tiene todo: sol, mar, montañas, arte e historia. Con más de 2.800 años de historia, es una de las ciudades más antiguas del mundo, pero también es la ciudad de moda de España. Su clima cálido la hace atractiva en cualquier época del año, y su gente abierta y hospitalaria os hará sentir como en casa desde el primer momento.
Málaga es mucho más que sus playas, su deliciosa gastronomía y su ambiente os ofrecerán una experiencia completa. Sin olvidarnos de sus museos y galerías para todos los gustos, desde el emblemático Museo Picasso hasta el contemporáneo Centro Pompidou. Ya sea que os apetezca pasear por el centro histórico, relajaros en la playa, o disfrutar de la vista desde sus miradores, Málaga es vuestro destino.
Preparaos para sumergiros en este encantador destino mediterráneo. A través de este artículo, os guiaremos por lo mejor que ver y hacer en Málaga en 3 días, asegurándonos de que aprovechéis al máximo vuestra estancia en esta animada ciudad.
Día 1: Centro Histórico
Mercado de Atarazanas
Un buen punto para iniciar vuestro viaje es una visita al Mercado de Atarazanas, un lugar lleno de color y vida donde se mezclan los olores y sabores de productos locales frescos. Este histórico mercado es un espectáculo para los sentidos, con puestos que ofrecen desde frutas y verduras hasta pescados y mariscos recién capturados. Además de los clásicos puestos de mercado también hay algunos bares donde se puede tomar algo y probar alguno de los productos frescos del mercado, toda una experiencia.
Calle Larios
Continuando nuestra ruta por el centro de Málaga, es el momento de recorrer la famosa Calle Larios, la principal arteria comercial de Málaga. Esta calle peatonal está siempre llena de vida y es perfecta para quienes disfrutan del ambiente urbano y el shopping. Hay variedad de tiendas, restaurantes y la popular heladería Casa Mira, uno de los imprescindibles de esta ciudad cuando aprieta el calor. Si tenéis la suerte de visitar Málaga en ciertos festivos (navidad, carnaval, festival de cine de Málaga, etc), os encontraréis esta calle toda decorada e incluso con luces decorativas, todo un espectáculo visual. Especialmente conocido es su espectáculo de luces sincronizadas con música que se hace en Navidad.
Catedral de Málaga
Desde la calle Larios, os recomendamos llegar al Pasaje de Chinitas y cruzarlo hasta llegar a la plaza del Obispo, donde os encontraréis la Catedral de Málaga, conocida cariñosamente como «La Manquita» debido a que una de sus torres quedó inacabada (aunque parece que comienzan las obras para terminarla). Su mezcla de estilos arquitectónicos cuenta la historia de su larga construcción. La entrada general a la Catedral cuesta 10€ e incluye audioguía. La visita no está completa sin subir a sus terrazas para admirar vistas impresionantes de la ciudad.
Museo Picasso
Callejeando por las serpenteantes calles de Málaga que recuerdan su pasado musulmán llegamos al Museo Picasso. Málaga es la ciudad natal de Picasso, y dicho museo alberga una impresionante colección de sus obras donadas por su familia. Aquí no encontraréis sus obras más famosas pero podréis explorar las salas y descubrir la evolución del artista y su impacto en el arte moderno.
Abre todos los días y el precio de la entrada es de 12€, aunque os recomendamos ir si podéis los domingos a última hora de la tarde ya que la entrada es gratuita.
Bodega el Pimpi
Tanto si queréis comer allí (hay que reservar con mucha antelación o hacer cola) como si no, os recomendamos hacer una breve parada en este icónico restaurante. Este local es toda una institución en Málaga, y no solo ofrece ricos platos locales, sino que también es famoso por su ambiente acogedor y sus paredes adornadas con fotos de celebridades que lo han visitado.
Si solo queréis echar un vistazo, sabed que se puede entrar por la calle Granada y salir por la calle Alcazabilla, justo en frente de la Alcazaba de Málaga. Podéis comer en cualquiera de los miles de restaurantes que hay en el centro de Málaga, si queréis echar un vistazo a nuestra recomendación pasáos por nuestro artículo.
Alcazaba, Castillo de Gibralfaro y Teatro Romano
A la tarde, no hay mejor forma de sumergirse en la historia de Málaga que visitando la Alcazaba y el Castillo de Gibralfaro, una fortificación palaciega musulmana que se asienta en una colina en el corazón de la ciudad. Con sus muros que serpentean colina arriba, patios y jardines ornamentales, la Alcazaba es un remanso de paz con vistas impresionantes de la ciudad y el mar. Se pueden comprar entradas por separado para la Alcazaba y el Castillo, o una entrada conjunta que cuesta 5,5€.
Junto a ella, a los pies de la colina de Gibralfaro, el Teatro Romano del siglo I a.C., ofrece un vistazo al pasado clásico de Málaga. Recientemente restaurado, se puede visitar y contemplar cómo era la vida hace dos milenios. La entrada al Teatro Romano es gratuita. La proximidad de ambos monumentos, uno árabe y otro romano, muestra la rica mezcla de culturas que ha influenciado a Málaga a lo largo de los siglos.
Mirador de Gibralfaro
Si después de este intenso día aún os quedan fuerzas, os recomendamos terminarlo con una visita al Mirador de Gibralfaro, otro emblema de la ciudad. Un corto pero pintoresco paseo os llevará hasta este punto alto, desde donde la vista es sencillamente espectacular: la ciudad extendiéndose hasta el horizonte, el azul del Mediterráneo al fondo y, si el día está despejado, incluso podréis ver África. No hay mejor momento para visitarlo que al atardecer, cuando el cielo se tiñe de colores y la ciudad se ilumina poco a poco. Es el lugar ideal para reflexionar, relajarse y, por supuesto, tomar algunas de las mejores fotos de vuestro viaje.
Día 2: Muelle 1 y Malagueta
Alameda y Plaza de la Marina
Comenzamos el segundo día por Málaga con un tranquilo paseo por la Alameda Principal hasta llegar a la Plaza de la Marina, dos de los espacios abiertos más emblemáticos de la ciudad. La Alameda, con sus frondosos árboles y bancos, es perfecta para disfrutar de la sombra y el ambiente local en una mañana soleada. Al llegar a la Plaza de la Marina, os encontraréis con el centro neurálgico de la ciudad y una excelente puerta de entrada al puerto y Muelle 1. Actualmente en esta plaza se encuentra la célebre estatua de El Cenachero, un símbolo de la ciudad que representa un vendedor de pescado con sus cenachos, que va pregonando por la ciudad.
Muelle 1
Desde la plaza de la Marina se llega fácilmente al Muelle 1, una zona moderna del Puerto de Málaga, donde el mar se encuentra con el ocio. Este elegante paseo marítimo está lleno de tiendas, restaurantes y bares, ideal para quienes buscan relajarse mirando el mar, aunque os recomendamos mirar por vuestro bolsillo en esta zona, ya que es de las más caras de la ciudad para comer o tomar algo. Aquí podréis ver también los yates de lujo que se encuentran normalmente amarrados, o los supercruceros llenos de turistas.
Museo Pompidou
A lo largo del Muelle 1 también encontraréis la sede malagueña del Centro Pompidou, el famoso museo de arte contemporáneo parisino. Su colorido cubo de cristal es ya un ícono en Málaga. Dentro, las exposiciones abarcan desde obras de artistas de renombre internacional hasta talentos emergentes, una visita obligada para los amantes del arte moderno y contemporáneo.
Playa La Malagueta
Ningún viaje a Málaga estaría completo sin dedicar unas horas a la relajación en La Malagueta, la playa urbana de la ciudad. Situada a un corto paseo del centro, esta playa de arena oscura os brinda la oportunidad perfecta para disfrutar un rato al solecito. Sumergíos en sus aguas, tomad el sol en la arena o simplemente disfrutad de un paseo junto al mar. Y, por supuesto, no podéis dejar Málaga sin probar sus espetos de sardinas, un plato típico local que encontraréis en los chiringuitos de la playa. Estas sardinas asadas al espeto (en una caña) son un verdadero manjar que define el sabor del verano en Málaga.
Barrio del Soho
Al caer la tarde, dirigíos hacia el Barrio del Soho, el distrito de arte urbano de Málaga. Este barrio, antes olvidado, ha renacido gracias a la creatividad y el color de los murales que adornan sus edificaciones, transformándolo en una galería de arte al aire libre. Pasead y dejad que os sorprendan las obras de arte urbano de gran tamaño, algunas de las cuales son de artistas de renombre internacional.
Además del arte, el Soho os ofrece una variada oferta gastronómica. Desde restaurantes contemporáneos hasta bares de tapas con un toque moderno, este barrio es el lugar ideal para cenar y después tomar algo mientras se disfruta de la frescura de la noche.
Día 3: El Palo
Para vuestro último día en Málaga, os recomendaremos varias opciones en función de los lejos que queráis ir con el coche o del sitio que os pille de paso de vuelta a casa. La opción más fácil y que a nosotros nos encanta para un domingo con buen tiempo es una visita a la zona del Palo, que os detallamos a continuación:
Playa el Palo
El Palo se encuentra en la parte este de Málaga, y es un antiguo barrio de pescadores que ha sabido mantener su encanto y tradición, ofreciendo una atmósfera más local y tranquila. La playa es perfecta para quienes buscan alejarse del bullicio de las zonas más turísticas y disfrutar de un ambiente auténtico. Las aguas son claras y tranquilas, ideales para un baño refrescante. Además, en El Palo podréis encontrar algunos de los mejores chiringuitos para comer pescado fresco y mariscos, ¡una verdadera delicia!
Restaurante el Tintero
Para comer, no hay experiencia más única en Málaga que visitar El Tintero, situado en la misma zona de El Palo. Este restaurante ofrece un concepto diferente: no hay menús, los camareros pasan entre las mesas anunciando los platos que llevan en mano, y vosotros elegís lo que queráis probar. Desde mariscos hasta paellas y frituras, la comida es deliciosa y la experiencia, inolvidable. Es un lugar divertido y lleno de vida, donde el bullicio es parte del encanto.
Es algo más caro que el resto de chiringuitos que hay alrededor pero es una experiencia muy curiosa si no habéis estado nunca. Nosotros lo recomendamos 100% ya que además del «espectáculo» la comida está riquísima.
Pedregalejo y El Titi
Después de una buena comida, si aún os queda un poco de tiempo para aprovechar Málaga, podéis recorrer el paseo marítimo hacia Pedregalejo, otro barrio tradicional de pescadores que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su esencia. Aquí, las casas bajas y las playas acogedoras crean un ambiente relajado y bohemio. Disfrutad de un café o una copa en El Titi, el sitio de moda en Málaga, o en cualquiera de los muchos chiringuitos o bares con terraza que miran al mar. Es el lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la vista, sintiendo la brisa marina y absorbiendo los últimos momentos de vuestra estancia en Málaga.
Día 3 alternativo: Nerja y Frigiliana
La segunda propuesta que os hacemos para vuestro último día por Málaga es una visita a estos pueblos blancos de Málaga, que quizá podéis aprovechar para visitar de vuelta a casa.
La excursión a Nerja y Frigiliana es la opción perfecta para descubrir dos de los pueblos más encantadores de la Costa del Sol. Empezad el día temprano hacia Nerja, un hermoso pueblo costero conocido por sus impresionantes playas y las famosas Cuevas de Nerja, un espectacular conjunto de cavernas que albergan pinturas rupestres y formaciones naturales únicas. No os perdáis el Balcón de Europa, un mirador que ofrece vistas panorámicas del Mediterráneo.
Después de explorar Nerja, dirigíos a Frigiliana, a solo unos kilómetros tierra adentro. Este pueblo es un tesoro de la arquitectura morisca, con calles estrechas y empinadas, casas encaladas y macetas coloridas que adornan cada rincón. Frigiliana es ideal para perderse, descubrir tiendas de artesanía local y disfrutar de una comida en alguno de sus restaurantes con vistas a las montañas de la Sierra de Tejeda.
Esta excursión no solo os permite disfrutar de la belleza natural y la tranquilidad fuera de la ciudad, sino también descubrir la rica historia y la cultura de Andalucía. Es una manera perfecta de concluir vuestra visita a Málaga, llevándoos a casa recuerdos de pintorescos pueblos mediterráneos y paisajes impresionantes.