Llevábamos tiempo con intención de viajar al Pirineo Aragonés en verano, ya habíamos estado esquiando en Formigal y teníamos curiosidad por conocer la zona sin nieve, aunque a la vez nos daba un poco de miedo no saber exactamente si podríamos hacer todas las rutas que llevábamos preparadas al tener que depender de como nos tratara el tiempo y la lluvia.
Nada más lejos de la realidad, nuestra ruta por el Pirineo Aragonés ha sido uno de los mejores viajes de naturaleza que hemos hecho. Hemos disfrutado de paisajes que se han quedado en nuestra memoria para siempre y si no nos creéis, id a ver las fotos más abajo.
Si como a nosotros, os encanta hacer rutas y caminar en plena naturaleza, ya sabéis donde tenéis vuestro próximo destino. El Pirineo Aragonés, que es uno de los destinos perfectos para desconectar de todo, además, hemos comprobado que podéis darle a las caminatas la intensidad y duración que queráis para después llegar al pueblo donde estéis alojados y disfrutar de una cena tranquilamente, no os imagináis la variedad de platos y restaurantes que hay por toda la zona.
Nosotros elegimos los primeros días de julio para empezar la aventura y después de leer mucho sobre los pueblos candidatos al alojamiento, decidimos quedarnos en Jaca, por ser un municipio grande, con una población de unos 13.000 habitantes y ser la capital de la comarca de la Jacetania. Nosotros nos alojamos en el hotel real spa jaca y nos encantaron tanto el hotel, como la ubicación y el personal de recepción.
También hay otras opciones buenas para alojarse en Jaca que os detallamos en nuestro artículo con los mejores hoteles para dormir en Jaca.
Día 1. Jaca y la Ruta al Monte Oroel
Cuando llegamos a un sitio nuevo, solemos dedicar el resto del día desde la llegada a conocer el pueblo y alrededores más cercanos. Como habíamos llegado relativamente temprano al hotel, decidimos hacer la ruta más próxima a Jaca, que era el ascenso al Monte Oroel.
El monte Oroel es muy conocido por ser visible desde cualquier lugar de Jaca, siendo un lugar imprescindible para visitar porque tiene unas maravillosas vistas de toda la zona. Se puede aparcar en una explanada a la altura del Parador Refugio Mirador de Oroel, que estaba cerrado aquel día.
A pesar de ser una ruta fácil, tiene algunos tramos de bastante pendiente. La subida está bien indicada y es a través de un sendero que se abre camino a través de un bosque de pinos, y abetos.
Nosotros subimos por la cara norte a través de una vereda escoltada a ambos lados por un tupido bosque de pinos que se convierten más tarde en abetos por la altura alcanzada. Una vez terminado el bosque, el camino se complica un poco por las piedras sueltas que vas encontrando según vas ascendiendo.
En la Cumbre, donde ya hay poca vegetación, encontramos la Cruz de Oroel, de un tamaño considerable y desde donde encontráis unas preciosas vistas de la comarca de la Jacetania, además se puede ver como buitres y quebrantahuesos despliegan sus alas para dejarse llevar por el viento.
Una vez de vuelta, en un cruce de caminos, descendimos por un sendero que llevaba a la Ermita de la Virgen de la Cueva, la distancia es corta y bastante empinada, si vais cansados y ya habéis tenido suficiente ruta nosotros no recomendamos hacerlo porque tampoco aporta demasiado. Además es importante tener en cuenta que desde la ermita todo el camino es subida.
Es un paisaje difícil de olvidar por lo que volveremos sin dudarlo. Cuando llegamos al coche, cansados y con mucha sed, decidimos sentarnos en una terraza de Jaca, Terraza de la casa de la Montaña, donde había bastante gente sentada, tomando algo fresquito.
La primera noche salimos por Jaca para pasear por la ciudad y buscar algún sitio para cenar. Encontramos un sitio llamado, 19 tapas y 500 vinos es un sitio de tapas y raciones para compartir. Nosotros probamos unos huevos rotos, una parrillada de verdura, calamares a la andaluza, torreznos, cochinillo confitado y solomillo de vaca a la plancha. Estaba todo exquisito.
Si queréis ver fotos de la comida y saber más sobre los mejores lugares para comer o cenar en Jaca id a ver nuestro artículo.
Día 2. Qué ver y hacer en el Valle del Tena
Recorrer la espectacular Tirolina del Valle del Tena
Para el segundo día habíamos planeado conocer parte del Valle de Tena, y habíamos reservado previamente cuatro plazas en la Tirolina del Valle de Tena, eran 20 euros por persona. Para eso tuvimos que desplazarnos hasta Hoz de Jaca, donde se encuentra una de las tirolinas dobles (podíamos tirarnos de dos en dos a la vez en dos cables paralelos) más largas de Europa, además de tirarte con la tirolina durante el día, hay bajadas nocturnas programadas, que si coinciden con noches de luna llena, pueden llegar a ser más que espectaculares.
Aparcamos el coche en una pequeña plaza, ya desde allí pudimos disfrutar de las maravillosas vistas de la zona. Nos dirigimos a la caseta donde está la oficina. allí te toman los datos y te facilitan los arneses y el casco para poder acceder a la tirolina y ya equipados fuimos unos metros hacia arriba hasta llegar al lugar desde donde comenzaba la aventura, el mirador de Hoz de Jaca.
No se puede describir la sensación, tienes que vivirla. Vuelas por encima de un embalse de aguas de un azul intenso, el embalse de Bubal y mientras te deslizas a gran velocidad recorriendo los aproximadamente 950 metros, puedes ir admirando el paisaje hasta que llegas al final de la aventura, donde te esperan para recogerte y subirte en una furgoneta al lugar desde donde iniciaste el descenso y donde estaba nuestro coche aparcado.
Ver Hoz de Jaca, un pequeño pueblo con mucho encanto
Al terminar el recorrido por las tirolinas os recomendamos que deis un paseo por Hoz de Jaca, no os llevará más de media hora pero merece la pena perderse por sus calles y si el día está claro, disfrutar de las vistas de todo el valle.
Disfrutar de las pasarelas de Panticosa
Habíamos planeado para este día además, ver las pasarelas de Panticosa, que son pasarelas colgadas en los bordes de una garganta por donde puedes caminar admirando el paisaje y mirando como discurre el agua. Se tarda poco tiempo en recorrerlas pero no podéis perdéroslas.
Una vez finalizado el recorrido, se toma un camino que se lleva a una zona boscosa, hasta llegar a un cruce en el que puedes elegir dos opciones para continuar con el recorrido. Si optas por el camino de la izquierda, llegas al Mirador O’Calvé, por donde te vas a encontrar con restos de refugios y búnkeres que fueron construidos durante la segunda guerra mundial a lo largo de la frontera hispanofrancesa para prevenir una invasión extranjera por los Pirineos.
Desde el mirador se puede disfrutar de unas espectaculares vistas de Panticosa y todas las montañas que la rodean, tras esto solo hay que seguir la señalización que nos dirigirá de nuevo a Panticosa y al aparcamiento.
Ruta corta Panticosa - El Pueyo - Panticosa
Nosotros comimos en el aparcamiento donde hay una explanada desde donde salen las telesillas, por suerte pudimos aparcar el coche bajo la sombra de un árbol. Dimos un paseo por la zona y decidimos realizar la ruta Panticosa-El Pueyo-Panticosa, hacía mucho calor y era bastante empinada, por lo que si no disponéis de mucho tiempo, podéis no hacerla, ganareis en descanso.
Visitar los baños de Panticosa, el Ibón y su cascada
Antes de abandonar la zona, subimos en coche por una carretera hasta los Baños de Panticosa, donde aparcamos y estuvimos paseando por el Ibón de los Baños y la impresionante cascada de Argualas.
Cuando llegamos de vuelta a Jaca, cenamos en la Tasca de Ana, es un sitio muy conocido entre la gente de la zona, elegimos unos rodolfitos, que nos encantaron, croquetas de cabra, sartén de chistorra, sartén de huevos rotos, patatas bravas, torreznos, y de postre, coulant de chocolate.
Día 3. Jaca y San Juan de la Peña
Qué ver en Jaca
El tercer día amaneció lluvioso y aprovechamos para caminar y conocer de día la ciudad, teníamos la intención de visitar la ciudadela, pero al final solo la vimos por fuera porque nos enteramos de que se tardaban unas dos horas en realizar la visita. Los horarios, varían según la época del año y el día de la semana, así que lo mejor es que los consultéis en la página oficial de la Ciudadela de Jaca. Aquí tenéis los precios. Visita guiada:
- General: 10 € / Reducida: 6 €
- Visita a tu aire: General: 8 € / Reducida: 5 €
- También podéis contratar una visita guiada por todo Jaca por 12€
Entramos en la catedral que es una de las construcciones más antiguas y características del románico en España. La entrada es gratuita, pero durante la celebración de la misa no se permiten las visitas.
Monasterio de San Juan de la Peña
Después de una cerveza reponedora en una terraza cerca de la catedral en un bar llamado Rincón de la Catedral, hicimos una visita al monasterio de San Juan de la Peña, el monumento antiguo, cubierto por la roca de la que se deriva su nombre casi oculto por la niebla y el monumento nuevo que en ocasiones se ha dedicado a eventos políticos y culturales.
Aparcar para ver el monasterio nuevo no tienen ninguna dificultad ya que hay varias zonas habilitadas para ello, incluso hay una pequeña cafetería. Sin embargo, encontrar aparcamiento cerca del monasterio viejo es otra historia, nosotros dejamos el coche a un lado de la carretera, pero depende de la gente que haya puede ser complicado y quizás os toque andar un rato.
Merece la pena dedicar una parte del día a conocer el monasterio y los alrededores. Desde allí parten varias rutas de distinta dificultad. Nosotros no pudimos hacer ninguna de ellas porque la niebla no lo permitía.
Visitar Santa Cruz de la Serós
Después de recorrer la zona del monasterio podéis pasaros a conocer Santa Cruz de la Serós, un pueblecito típico de la zona de los pirineos con algunos sitios para comer, ideal para dar un paseo y seguir conociendo la zona tranquilamente. Os recomendamos dar un vuelta por el pueblo y visitar la iglesia de Santa María y la iglesia de San Caprasio, no tiene pérdida, ya veréis que es muy pequeño.
Día 4. Lagos de Astún
El cuarto día fuimos a los lagos de Astún, en la parte alta de los Pirineos. Aparcamos en la explanada desde donde se cogían los remontes a un precio de 12 euros por persona (subida y bajada incluida). Recomendamos llevar algo de ropa de abrigo aunque haga buen tiempo porque nosotros al principio pasamos frío, recuerda que vas a estar en alta montaña.
Llegamos a la cima con muchas ganas de visitar los lagos, el paisaje es espectacular, estás inmerso en lo más profundo de la montaña, vas caminando por senderos de tierra y piedras, no es fácil describir el paisaje, tenéis que ir y verlo en persona.
Más abajo os dejamos una foto del cartel con las rutas disponibles que encontraréis al terminar el remonte. Nosotros fuimos hasta el refugio que aparece marcado, comimos allí y nos dimos la vuelta. Siguiendo esta ruta ves la mayoría de los ibones de la zona, os la desglosamos a continuación:
- Bajáis del telesilla Los Lagos
- Os acercáis a ver el Ibón de las truchas que está justo detrás de la caseta del operador del telesilla y os dais la vuelta.
- Tomáis la dirección contraria para seguir por el camino rojo hacia el Ibón de Escalar.
- Una vez allí tomáis el camino azul pasáis a Collado Monje y llegaréis a un cruce en el que podéis acercaros a ver los ibones de Casterau y Paradise.
- Volvéis al cruce y seguís por el camino verde hacia el ibón de Bersau y continuáis hacia el refugio de Ayous.
- Aquí podéis comer contemplando el ibón de Gentau y el de Miey.
- En este punto decidimos dar la vuelta después de descansar un rato para poder llegar al telesilla antes de que cerrara. Tened en cuenta de después de la hora de comer suelen bajar bastante las temperaturas.
Independientemente de la ruta que escojáis, no olvidéis controlar el tiempo para poder llegar a los remontes antes de que hagan la ultima bajada (en nuestro caso a las 17:30h). También tened en cuenta el cansancio y que podéis tardar más en volver de que tardasteis en ir hacia allí.
⚠ Peligro para los domingueros
Independientemente de la ruta que escojáis, no olvidéis controlar el tiempo para poder llegar a los remontes antes de que hagan la ultima bajada (en nuestro caso a las 17:30h). También tened en cuenta el cansancio y que podéis tardar más en volver de que tardásteis en ir hacia allí.
Una sucesión de lagos que rodear y admirar van apareciendo a lo largo del sendero, se les llama Ibones, los dos primeros son: el Ibón de Trucha y el de Escalar, pero os iréis encontrando varios lagos más rodeados por montañas, el camino continua hasta los restos de la antigua frontera hispano-francesa. Es imprescindible parar y desde una de las muchas piedras que mirar hacia el vacío, hacer una foto con el paisaje infinito detrás.
Ese día cenamos en Jaca, ya de vuelta, en una pizzería Crepería Otal donde te ofrecen pizzas caseras que hacen al momento.
Día 5. Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
Ruta de la Cola de caballo
Dedicamos nuestro quinto día a visitar el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, este macizo es la montaña calcárea más alta de Europa, con 3355 metros sobre el nivel del mar. Desde Jaca, está relativamente cerca, unos 60 kms llenos de curvas y un curioso túnel.
Para poder llegar al parque nacional de Ordesa, primero es necesario ir a Torla, donde se coge el autobús para acceder a la pradera del parque. Desde hace unos años, no está permitido el paso a vehículos particulares por la afluencia masiva de gente y el peligro de derrumbamientos en la carretera. El coche se aparca en un parking habilitado en la carretera del pueblo donde podéis sacar los billetes (5 euros/persona) para coger el bus que te lleva a la pradera de Ordesa.
Desde la pradera iniciamos la caminata hasta la Cola de Caballo (ruta de 17,5 kms) que es una de las rutas más conocidas de los Pirineos, durante el recorrido podemos admirar el valle, disfrutar de los saltos de agua del río Arazas: la cascada de Arripas, la cascada del Estrecho, las Gradas de Soaso,... Un espectáculo que os descubrimos en algunas de las siguiente fotos.
Durante la primera parte del recorrido se camina por una pista sin dificultad por el valle, cruzando bosques de pinos, hayas y prados. Desde las Gradas de Soaso y hasta la Cola de Caballo, el camino es más estrecho y cruza preciosos prados de montaña. La bajada se hace exactamente por el mismo camino, desandando lo andado.
Esta ruta puede estar llena de gente durante los meses de verano, aunque nosotros fuimos afortunados y no coincidimos con demasiada. Cuando estás a punto de llegar, ya puedes ver la gran cascada de agua imitando la forma de una cola de caballo. Cuando llegas, si te sientas en una piedra y contemplas la maravillosa vista que tienes delante, puedes sumergir los pies en el agua helada y hacerte una foto con la cascada al fondo mientras te comes un bocadillo.
🥵 ¡Hidrataos!
Es fundamental llevar agua ya que es un ruta muy larga. No os planteéis hacerla sin llevar nada.
Cuando bajamos y llegamos al punto de partida, aun en la pradera, nos encontramos el bar abierto así que aprovechamos para tomarnos una merecida jarra de cerveza fría que puedes disfrutar sentado/a en la terraza del que hay justo al lado de la parada del autobús.
Una vez en Jaca, cenamos de nuevo en la Tasca de Ana, repetimos las sartenes de huevos rotos y probamos las de huevos rotos con boletos, y huevos rotos con picadillo, además de canelones de cordero, rodolfitos, patatas fritas y una ensalada de tomate.
La verdad es que si disponéis de 5 días para conocer la zona, os garantizamos que vendréis sorprendidos de los paisajes que vais a encontrar y os quedareis con más ganas de conocer lo que os ha quedado sin ver y de volver sobre vuestros pies para repetir la aventura.
Si quieres leer otros artículos ideales para tu viaje que complementen Qué ver en el pirineo aragonés en 5 días puedes visitar nuestros posts sobre Huesca.
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