ginebra lago leman

Qué ver en Ginebra en un día

Ginebra es una ciudad que lo tiene todo: un lago impresionante, un casco antiguo bonito, historia a cada paso y hasta ciencia de otro nivel con el CERN. Puede que tenga fama de cara, pero con un poco de planificación se puede disfrutar sin gastar una fortuna.

En este post os contamos cómo fue nuestra visita y los sitios que pensamos que son imprescindibles en Ginebra. Si estáis pensando en una escapada corta pero completa, Ginebra es una apuesta segura. Al final del todo os dejamos un mapa que se puede abrir en google maps para seguirlo.

Índice
  1. Jet d'Eau y Lago Lemán
  2. Jardín Inglés y Reloj de Flores
  3. Casco Antiguo
  4. Palacio de las Naciones
  5. Museo de Arte e Historia
  6. Parque de los Bastiones
  7. Barrio Carouge
  8. Rue du Rhône
  9. CERN
  10. Consejos para visitar Ginebra
  11. Dónde comer en Ginebra
  12. Mapa con los mejores sitios que ver en Ginebra

Jet d'Eau y Lago Lemán

Empezamos nuestro día en Ginebra junto al Jet d’Eau y el Lago Lemán, un lugar que teníamos claro que queríamos ver desde el principio. Este enorme chorro de agua, que alcanza los 140 metros de altura, es impresionante tanto por su tamaño como por su historia: nació en 1891 como una válvula de seguridad para el sistema hidráulico y acabó convirtiéndose en el símbolo de la ciudad. Al acercarnos al muelle, nos sorprendieron algunas salpicaduras de gua (¡cuidado si hay viento!).

Después de admirar el espectáculo, seguimos paseando por la orilla del Lago Lemán, uno de los lagos alpinos más grandes de Europa. Su agua cristalina refleja el entorno perfectamente, creando un contraste espectacular con las montañas al fondo. Si os fijáis bien, en días claros se puede ver incluso el Mont Blanc en la distancia.

Jet d'eau Ginebra

Además, se pueden hacer unos paseos en barco por el lago espectaculares sobre todo al atardecer. Es una experiencia muy bonita y romántica para hacer en pareja, y no es nada cara para lo que es Suiza.

Jardín Inglés y Reloj de Flores

La segunda para por Ginebra es el Jardín Inglés, un parque encantador situado junto al Lago Lemán. Es uno de esos lugares donde podéis sentaros un rato, desconectar y disfrutar del entorno verde mientras los barcos navegan tranquilamente por el lago.

El principal atractivo del parque es, sin duda, el Reloj de Flores, una obra que combina la tradición relojera suiza con la jardinería. Nos llamó mucho la atención el nivel de detalle: las flores están perfectamente arregladas, y el reloj funciona de verdad, algo que no deja de sorprender. Cada temporada cambia el diseño floral, así que nunca lo vais a ver igual.

Además del reloj, el parque está lleno de esculturas, fuentes y senderos tranquilos. Es un sitio perfecto si viajáis con niños o si simplemente queréis daros un respiro entre visitas. Desde aquí, también se tienen unas vistas geniales del Jet d’Eau.

Casco Antiguo

Subimos ahora hacia el Casco Antiguo, un entramado de callejuelas empedradas y edificios con siglos de historia. Es el corazón histórico de Ginebra, y al caminar por aquí parece que viajáis en el tiempo. Nos perdimos un poco a propósito para descubrir rincones únicos, como pequeñas plazas, fuentes antiguas y encantadoras terrazas.

Una parada imprescindible es la Catedral de San Pedro, uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad. Aunque desde fuera su estilo gótico impresiona, la verdadera sorpresa llega cuando subís a la torre. Las vistas panorámicas son espectaculares, con el Lago Lemán por un lado y los tejados del casco antiguo por otro. Os recomendamos subir a primera hora o al final del día, ya que suele estar menos concurrido.

Justo al lado de la catedral, la Place du Bourg-de-Four es el lugar perfecto para hacer una pausa. Es la plaza más antigua de Ginebra y está rodeada de cafés y restaurantes con terrazas que invitan a sentarse. Nosotros aprovechamos para tomar algo rápido y recargar un poco las pilas.

Catedral Ginebra

Palacio de las Naciones

Continuando con nuestra ruta, nos dirigimos al Palacio de las Naciones, una visita intrigante por su relevancia histórica y actual: este edificio es la sede europea de las Naciones Unidas.

Aunque no tuvimos tiempo para una visita guiada (que recomendamos reservar con antelación si os interesa el tema), el exterior ya merece la pena. El edificio, construido entre los años 20 y 30, tiene un aire solemne, rodeado de jardines amplios donde incluso se pueden ver pavos reales paseando tranquilamente. Es fácil olvidar que estás en medio de una ciudad.

Frente al palacio, no os podéis perder la Plaza de las Naciones, donde destaca la famosa Silla Rota, un monumento impactante que simboliza la lucha contra las minas antipersona y otros armamentos explosivos.

Museo de Arte e Historia

La siguiente parada es el Museo de Arte e Historia, un lugar perfecto si os gusta el arte o queréis aprender más sobre la rica historia de la ciudad. Se encuentra en un edificio impresionante, de esos que ya llaman la atención antes de entrar, con su arquitectura clásica y majestuosa.

La colección es enorme y variada, así que si solo tenéis tiempo para una visita breve, os recomendamos centraros en las salas de arte suizo y europeo, donde hay obras de grandes artistas como Ferdinand Hodler. Además, hay una sección de arqueología muy interesante que muestra piezas encontradas en la región, algunas de ellas con miles de años de antigüedad.

Si no sois muy de museos, os animamos al menos a entrar en el hall principal, que es de entrada gratuita. Desde ahí podéis echar un vistazo rápido y decidir si os apetece explorar más. La visita nos llevó un par de horas y nos pareció una forma genial de equilibrar cultura y descanso tras tanto paseo.

Parque de los Bastiones

Tras una intensa dosis de arte e historia, toca dar un paseo por el Parque de los Bastiones, uno de los espacios verdes más bonitos y tranquilos de Ginebra. Este parque no solo es un lugar perfecto para desconectar, sino que también está lleno de historia y pequeños detalles que lo hacen especial.

El principal atractivo es el Muro de la Reforma, un monumento dedicado a los líderes de la Reforma Protestante. Las enormes figuras de Calvino, Farel, Bèze y Knox son impresionantes, y leer las citas grabadas en la piedra os transporta al siglo XVI, cuando Ginebra se convirtió en un centro clave de este movimiento religioso.

Además del monumento, el parque tiene otros rincones interesantes, como las mesas de ajedrez gigantes, donde vimos a varios locales jugando partidas muy animadas. Nos pareció una actividad curiosa y divertida.

El parque también alberga el edificio de la Universidad de Ginebra. Nosotros aprovechamos la tranquilidad del lugar para sentarnos en un banco bajo los árboles y planear nuestras siguientes paradas.

Barrio Carouge

Otro de los sitios que no podéis dejar de visitar en Ginebra es Carouge, un barrio que parece sacado de otra época. A pocos minutos del centro de Ginebra, este lugar tiene una vibra completamente diferente, con sus calles tranquilas, fachadas coloridas y un ambiente que recuerda más a una pequeña ciudad italiana que a la sofisticada Ginebra.

Carouge fue diseñado en el siglo XVIII por arquitectos italianos, y ese estilo mediterráneo se nota en cada rincón. Paseando por sus calles, nos encontramos con pequeñas tiendas vintage, galerías de arte y cafeterías llenas de encanto. Es el sitio ideal para dejarse llevar sin un rumbo fijo, simplemente disfrutando del ambiente. Si sois fans de la artesanía y las tiendas únicas, este barrio es vuestro sitio (eso sí, con precios Suizos).

Rue du Rhône

Ahora nos adentramos en el lado más sofisticado de Ginebra: la Rue du Rhône. Esta elegante calle es un paraíso para los amantes del lujo y, aunque no vayáis con intención de comprar, merece la pena recorrerla para disfrutar de los escaparates.

Aquí encontraréis las tiendas de las marcas más exclusivas del mundo: relojes suizos, alta costura, joyería impresionante… Nos quedamos boquiabiertos mirando los escaparates de marcas como Rolex, Patek Philippe y Cartier, que parecen pequeños museos con sus piezas perfectamente expuestas. Incluso si no sois fans del lujo, es difícil no quedar impresionados por la precisión y la elegancia que se respira en cada rincón.

Además, la Rue du Rhône también tiene una ubicación privilegiada junto al Lago Lemán. Entre tienda y tienda, os podéis asomar a pequeños miradores desde los que contemplar el lago y el Jet d’Eau. Es un contraste interesante entre la modernidad de la calle y la tranquilidad del entorno natural.

CERN

Si pasáis varios días en Ginebra o sois un poco frikis os recomendamos visitar el CERN, el famoso laboratorio de física de partículas donde se encuentra el Gran Colisionador de Hadrones (LHC). A lo largo de unas dos horas, expertos del propio laboratorio os guían por las instalaciones y explican de forma sencilla conceptos complejos relacionados con la física de partículas.

Aunque no se puede bajar al túnel del colisionador (está a 100 metros bajo tierra), las visitas suelen incluir una parada en una sala de control o en una de las áreas técnicas relacionadas con el LHC. También tienen dibujos a tamaño real del colisionador y su tamaño es descomunal.

Yo tuve la suerte de poder visitarlo mientras vivía en Lausana y es una experiencia muy chula. Las visitas guiadas son gratuitas, pero es imprescindible reservarlas con semanas de antelación, ya que son muy populares. Nosotros tuvimos la suerte de tener un conocido trabajando allí y nos hizo un tour especial por las oficinas y los túneles de cables, ¡impresionante!

CERN
CERN

Consejos para visitar Ginebra

  • Transporte gratuito: Al alojaros en Ginebra, la mayoría de alojamientos os darán una Geneva Transport Card, que permite usar de forma gratuita el transporte público (tranvías, autobuses y barcos “Mouettes”).
  • Reservas anticipadas: Planificad visitas al CERN y al Palacio de las Naciones con tiempo si no queréis quedaros sin plaza.
  • Comida económica: Para ahorrar a tope optad por supermercados o picnics junto al lago.
  • Museos gratis: Aprovechad los días gratuitos o las entradas permanentes sin coste.
  • Moveros a pie o en bici: Ginebra es compacta y fácil de explorar a pie.

Dónde comer en Ginebra

Como ya sabréis si habéis estado investigando un poco, Suiza no es un país barato y sus restaurantes no son la excepción. Para comer en Ginebra sin dejaros un riñón os recomendamos echar un vistazo a nuestro artículo con todo el detalle:

Mapa con los mejores sitios que ver en Ginebra

Si quieres leer otros artículos ideales para tu viaje que complementen Qué ver en Ginebra en un día puedes visitar nuestros posts sobre Suiza.

Marga

Viajera incansable en busca de nuevas aventuras. Os llevo en cada viaje para motivaros a explorar y encontrar la magia en cada destino de manera auténtica y económica.

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