Comer bien en Santiago no es difícil, pero encontrar sitios auténticos y sin trampas turísticas ya es otro tema. Por eso montamos esta ruta, probando bares, mesones y vinotecas donde se sirve comida gallega auténtica con producto de calidad y a precios razonables. Desde tortillas míticas hasta zamburiñas recién hechas, pasando por sitios de tapas, aquí va nuestra selección para disfrutar comiendo como un local en Santiago de Compostela.
Bar La Tita
Este bar del casco histórico es ya un clásico por su famosísima tortilla de patata, que te sirven con la caña sin tener que pedirla. Eso sí, preparaos para esperar un poco fuera, porque pillarse mesa es misión complicada, aunque el flujo de gente va rápido.
La tortilla, como esperábamos, no decepciona: jugosa, con ese sabor español de toda la vida, y bien servida. Iba directa al top de nuestra ruta. Aunque solo fuimos a por el pincho, vimos que en carta tenían más cosas con muy buena pinta, como zamburiñas o zorza. Vamos, que no solo viven de la tortilla.
El precio por persona ronda los 8–10 € si vais solo de caña y tapa, y un poco más si os animáis con alguna ración.
- Precio medio por persona: 8–10 € (tapas)
- Plato favorito: tortilla de patata
Vinoteca O’Filandón
Escondida en la trastienda de una tienda de embutidos en Rúa da Acibechería, O’Filandón es un espacio acogedor y sin pretensiones, perfecto para disfrutar de vino y buen ambiente local.
Nos pedimos un par de copas y con ellas llegaron unas tapas de embutidos y queso del estilo: chorizo, jamón y alguna loncha de queso tetilla o San Simón. Tapitas ideales para compartir con el vinito. Además de esto se pueden pedir tostas y raciones del mismo embutido que pruebas con las tapas.
El precio se sitúa en torno a los 15–20 € por persona, dependiendo de las copas y tapas que pilléis. Una opción estupenda si buscáis un sitio con rollo y buen producto local.
- Precio medio por persona: 15–20 €
- Plato favorito: tapa de embutidos y queso
Bar A Gamela
Este sitio es de esos bares de tapas donde sabes que vas a comer bien y sin tonterías: raciones caseras, generosas y a precios muy decentes No hacen reservas, pero se puede esperar en la barra con una caña mientras se van quedando mesas libres, y lo cierto es que va rápido.
Nos pedimos unas setas con nata que estaban muy sabrosas, bien hechas, con su puntito de ajo y aceite. Y unas croquetas de cecina con queso San Simón que eran una pasada: caseras, cremosas y con un sabor que se notaba desde el primer bocado. La verdad, con esas dos raciones comimos de sobra entre dos.
El personal fue majísimo, atentos sin agobiar, y el servicio fue bastante rápido. Ideal si queréis un plan de tapeo sin complicaciones y con buena comida de fondo.
- Precio medio por persona: 12–15 €
- Plato favorito: croquetas de cecina con queso San Simón
Restaurante Abastos 2.0
Este sitio está dentro del Mercado de Abastos, y mola mucho porque todo lo que cocinan viene directo del mercado, fresquísimo. No tienen carta fija, solo unas pocas raciones que cambian cada día, según lo que haya en el mercado.
Nosotros pedimos pulpo a la plancha, que estaba brutal: tierno, sabroso y con ese toque de ajada que le daba vidilla. Y unas almejas con salsa verde, bien frescas, con una salsita ligera pero potente que invitaba a mojar pan sin parar. Todo muy bien hecho, sin cargar los sabores.
El sitio no es barato, pero la calidad del producto lo justifica. Salimos por unos 30–35 € por persona, compartiendo dos raciones y con una copa de vino cada uno. Ideal para un día en el que os apetezca algo más especial sin ir a lo muy formal.
- Precio medio por persona: 30–35 €
- Plato favorito: pulpo a la plancha
Cafetería Nariño
Un poco fuera del casco histórico, este café-bar es un cruce entre la clásica tapería gallega y un brunch con alma moderna. Su especialidad: la tortilla Española, que dicen que es “la mejor de Santiago”.
Nos lanzamos a probar la famosa tortilla de patata estilo Nariño: jugosa, con ese toque casero que nos encanta. También pedimos un bocadillo Nariño, repleto de chipirones fritos con alioli y queso, ¡tremendo! Acompañado de una ración de raxo con patatas, generoso en porciones y en sabor.
El precio medio ronda entre 15 € por persona, perfecto para un plan informal. El ambiente es amplio y desenfadado, con terraza, buena música y atención amabilísima.
- Precio medio por persona: 15 €
- Plato favorito: tortilla de patata
Sala Riquela
Este local está en Rúa do Preguntoiro, pegado al casco antiguo, y mezcla el rollo de bar de tapas con conciertos en directo. Hay una terraza currada, el ambiente es animado y la carta es variada, con raciones modernas y algún guiño gallego.
Compartimos shitakes á feira, con buen punto de sal y aceite, y unas patatas bravas, clásicas pero bien hechas. También probamos unas croquetas caseras, cremosas y bien servidas. Todo lo que probamos nos gustó.
El precio medio está en torno a los 20 € por persona, sin que se dispare. Perfecto para una cena tranquila con un poco de música de fondo y sin prisas. El trato fue correcto y el servicio, ágil; ambiente informal y flexible, puedes pillar mesa en barra o fuera según toque.
- Precio medio por persona: ≈ 20 €
- Plato favorito: croquetas caseras
Viñoteca Ventosela
Este local pequeñito en la Rúa da Raíña es ideal para los que os apetece una copa de vino con buen acompañamiento de una tapa. Es una vinoteca de verdad: ambiente relajado, gente local y personal que sabe de vinos y te aconseja bien.
Nos pedimos un par de copas de albariño y Ribeiro, cada una venía con una tapa de embutidos o queso. También probamos una tosta de chicharrones con queso, súper rica y bien generosa. Todo el rollo casero que a nosotros nos gusta mucho.
El personal fue muy agradable y atento, haciendo recomendaciones muy acertadas sobre los vinos o las tostas. El sitio se llena en seguida, así que conviene llegar un poco pronto o pillar barra, pero se pasa bien con buena compañía y vino.
- Precio medio por persona: 20-25 €
- Plato favorito: copita de vino con su tapa
Restaurante Orella
Este bar de toda la vida en plena Rúa da Raíña tiene ese encanto de lo sencillo: raciones abundantes, producto fresco y cocina gallega sin rodeos. El sitio es pequeño, con mesas justas y un ambiente muy local, ideal para tapear sin complicaciones.
Probamos el pulpo a la gallega, bien tierno, con su pimentón y aceite justo, y unas almejas a la marinera con salsa potente, de las que te hacen pedir pan sin pensar. Son dos platos que veréis que comimos mucho por Galicia ya que nos encantan y suelen estar espectaculares.
El precio medio ronda los 15–20 € por persona, un precio bastante ajustado a la calidad de la comida y comiendo bien pero sin salir rodando. Una opción muy buena si queréis cocina gallega tradicional sin gastar mucho dinero.
- Precio medio por persona: 15–20 €
- Plato favorito: almejas a la marinera
Restaurante O Xa Chegou
Aquí entramos de lleno en una taberna gallega auténtica. Desde que cruzas la puerta sabes que no estás en un restaurante para turistas: las cartas están en gallego, el personal es del barrio, y los clientes parecen habituales de toda la vida.
Nos decantamos por una ración de zorza con queso Cabrales, picantita y jugosa con el queso, y también probamos lacón y revuelto de setas. Todo hecho con mimo, sin prisas y con sabor de verdad.
Los precios son notablemente más bajos que en otros locales del centro. Comer bien aquí sale por unos 20€ por persona. Eso sí, la atención nos pareció mejorable, tal vez porque notaron que no éramos de la zona... o simplemente fue un mal día, quién sabe. Pero si vais a lo que vais (a comer rico y casero) este sitio lo clava.
- Precio medio por persona: 15 -20€
- Plato favorito: zorza con queso Cabrales
Mesón A’Charca
Este restaurante en la Rúa do Franco mantiene ese aire clásico de mesón gallego: decoración tradicional, ambiente tranquilo y trato cercano. Perfecto para sentarse a comer sin prisa y con sabor auténtico.
Probamos el caldo gallego, que vino bien cargado y con ese sabor reconfortante de cocina casera. También pedimos unas zamburiñas, frescas y con un aliño ligero que no enmascaraba el producto, y unos calamares fritos tiernos, crujientes por fuera y sin exceso de rebozado. Todo muy en su punto.
El precio medio está entre los 25 y 30 € por persona, dependiendo de lo que pidáis y si os animáis con postre o vino. Calidad de producto, cantidades correctas y sin sustos en la cuenta.
- Precio medio por persona: 25–30 €
- Plato favorito: zamburiñas
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